viernes, 5 de noviembre de 2010

El peregrinaje por el Camino Viejo de Herradura

Hoy les hablo de una cosa apasionante y que invito a vivirla. Se trata del 'Camino Viejo de Herradura', del que conduce a los peregrinos desde Andújar hasta la Basílica del Real Santuario de la Virgen de la Cabeza. Cruzar la serranía y plantarde delante de 'La Morenita' es algo que sólo se puede describir desde las vivencias y el corazón; o sea de lo que brota del sentimiento y eso, es algo maravilloso. Los secretos inefables que guarda la serranía se entrelazan con una devoción que se propaga hasta términos insospechachos, ha horadado en lo más profundo de las gentes de Andújar y su comarca y rebasa los senderos de la historia, porque por este camino dice la ´leyenda' que el pastor Juan Alonso de Rivas bajó a anunciar la aparición de la Virgen. Estos senderos inescrutables han sido pisados por miles y miles de peregrinos a lo largo de los siglos.
Ahora en otoño, es un gozo ver como el sol desgarra las neblinas del otoño por Lugar Nuevo. Esta incomparable estampa se puede divisar por la ascensión a 'Los Caracalillos'. Tú, caminante, habrá escuchado el bramido de un ciervo en plena berrea, que mantiene una titánica lucha por mantener a su harén. O escucharás como los vientos que anuncian el invierno mecen y azotan las ramas de los pinos.
En primavera, las alboradas por el camino Viejo empiezan a describir sus mejores presagios, el verdor de la sierra alfombra el colorido de las flores y amapolas que constituyen un verdadero brote vitalista y cromático. El murmullo de los arroyuelos sirven de susurro al oído y el gorjeo de los pájaros desperezan el sentido. Y después de vivir estas sensaciones que nos ofrece la naturaleza, nos espera la Reina Madre y Misericordiosa, fuente de nuestros desvelos, la que colma nuestros deseos con su infinita bondad, a la que le pedimos con los labios, el corazón y el rostro embargado de la emoción por muchas cosas. Es un momento íntimo que viven muchas personas en el camarín.
Este camino guarda sus hitos como el comienzo en el Cuadro de la Virgen de Andújar, donde se le pide por que dé fuerzas al caminante. En el cementerio de rezan por las almas que enseñaron a muchas generaciones el camino. Las rampas del Reventón y de la cuesta La China nos enseña de la dureza de la vida, que tiene su parte reconfortante con la bajada del Madroño, no si antes pararse en San Ginés y saludar a los Peregrinos del Alba. Antes del Madroño podemos columbrar por primera vez el Santuario en el 'Balconcillo' que sirve de cobijo al 'monumento del Peregrino' donde se rememora la memoria y el espírtu del eterno peregrino, Manuel Álvarez Mora. Desde allí se desciende a los Llanos de Lugar Nuevo, donde el entramado de álamos escoltan al adusto y sereno discurrir de un río Jándula, cuyas aguas son testigos silentes del paso de los devotos que acuden rebosantes de fe al encuentro con la Madre. Este río reconforta al caminante antes de ascender las Lastras y los serpeantes Caracolillos que llegan hasta a la Umbría de los Ruiseñores donde se puede divisar el vuelo de un águila. Este camino antecede al encuentro con la Virgen que nos ha robado el corazón y nos concede algún deseo íntimo. Yo pido uno desde aquí, que este Camino Viejo alcance más celebridad y que sirva de homenaje a quienes nos lo han enseñado a amarlo. Vale la pena vivir esta experiencia.

1 comentario:

  1. Amigo Jose Carlos,he estado echando un vistazo en tu blog y está bastante bien.Como he podido comprobar estas en Andujar trabajando de periodista"algo de eso ya sabia".Tengo que darte un tirón de orejas porque aunque te acuerdas de nosotros hablas en exceso de Andujar y su Virgen de la Cabeza,y poco de los problemas de la Sierra que te vió nacer.No tengo nada en contra de la Virgen de la Cabeza,y se que es un acontecimiento nacional,pero por eso creo que no necesita más defensores ni gente que escriba de este acontecimiento.La Sierra si que necesita gente como tu que hable de sus grandezas y que denuncie sus miserias.

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