martes, 11 de enero de 2011

La Sierra de Segura

Voy a empezar el año hablando de una zona para algunos inhóspita e ignota y para quien las conoce bendita y bella; la Sierra de Segura. Su situación geográfica ha determinado su devenir, con sus connotaciones también negativa. La Sierra de Segura se sitúa en la parte nor-este de la provincia de Jaén y su gran extensión ofrece parajes unívocos y singulares, de una belleza sin igual. En la Sierra de Segura, los manantiales, embalses  y ríos brotan y emanan con fuerza y vigor, su vegetación es abrupta, se respira paz y tranquilidad y te puedes encontrar zonas variadas porque uno se puede encontrar valles a 1.400 metros de altitud. Posee un enorme patrimonio costumbrista y paisajístico (por ejemplo las pinturas ruprestres del término municipal son patrimonio de la humanidad). A esto se añade la belleza de sus pueblos, la riqueza de su selecta gastronomía y la hospitalidad y cariño que ofrecen sus gentes (a la largo de la gente algunos canalles se han aprovechado de la bonhomía de los serranos que han visto como les han arrebatado sus parajes en favor de otras zonas).
La falta de un núcleo de población más vigoroso e importante y la lejanía de los capitales de los centros de decisión han minado algo su desarrollo, aunque atesora un sinfín de recursos naturales, que en algunos de los casos se han expoliado, como ha sido el caso de la madera. La declaración de Provincia Marítima en el año 1748 sirvió para que sus bosques abastecieran a la Armada Invencible y facilitó la construcción de la Universidad de Sevilla y la Fábrica de Tabacos de la capital hispalenseAquella medida tuvo tintes colonialistas, porque de la riqueza se aprovecharon otras zonas, ante la mirada impasibles de los serranos. Con otra medida con la que he sido especialmente crítico fue con la declaración de parque natural, no en el fondo, pero si en las formas. Fue un decretazo emanado desde un despacho y se debería haber contado con los lugareños, porque les afectaba de lleno todas estas medidas, de ahí que se haya creado un poso de amargura. Lo que sí comparto es la intención de la Administración autonómica de apostar por la protección y el medio ambiente, pero cuando está de por medio el desarrollo de las personas, hay que tener un gran mimo con lo que se dicta. Esta zona ha sido objeto de vanas promesas, como el descubrimiento de petroleo o la creación de un parque temático. Bien es cierto que se ha producido avances en infraestructuras como la mejora en carreteras, la creación de un hospital , la existencia de un parque de bomberos..., pero la gran asignatura pendiente estriba en fijar a la gente joven, y frenar la emigración. La tarea es ardua, pero con una clase política que se deje de partidismos y esté cerca de la ciudadadanía, una sociedad bien estructurada dejando a un lado victimismo y conformismo, pueden revertir la situación. Los serranos han sabido explotar costumbres y tradiciones como bolos serranos, el folclore, las tradiciones y la gastronomía. Se ha hecho un esfuerzo muy liviano en turismo (algunas iniciativas como el planetario de Hornos pueden relanzarlo o el festival del Aire le han dado renombre), ¿Por qué no en su desarrollo? Sus bellos parajes y el encanto de sus gentes lo merecen. ¡¡¡¡VIVA LA SIERRA DE SEGURA¡¡¡¡

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