jueves, 30 de septiembre de 2010

La política

Hoy os voy a hablar de un tema general y que están en candelero, la política. Sobre la huelga no voy a perder el tiempo, porque fue una 'pantomima'. Los sindicatos han querido lavarse la cara, porque la reforma laboral ya está consumada. Y si no al tiempo. Las cosas se hacen de otras cosas y en su momento.
Quiero reflexionar sobre la política, que también se encarga de generar tanto desencanto entre la gente, que por primera vez la empieza a tener entre sus grandes preocupaciones. No me extraña.
Tenemos a un ¿Gobierno? y a un presidente carente de personalidad y firmeza y de criterios, que sólo sabe dar 'bandazos' y así está la cosa. La oposición no está para tiras cohetes, porque no presenta alternativas, sólo ansía el poder y escurre bulto en los casos de corrupción que tiene en las autonomías que gobierna.
Siempre me ha gustado la mesura en mis opiniones y siempre poner un hálito de esperanza ante todas las situaciones, pero es que la política actual no invita al optimismo. Desde pequeño me ha interesado, porque desde ella se puede cambiar la sociedad, pero hoy en día ha caído en el sectarismo, en el partidismo y en los personalismos, en las estrategias electorales que contravienen en el interés general. Faltan políticos con anchura de miras, con visión de Estado y que estén apegados a la realidad de la gente. Ya os decía que hace falta muchos Labordeta.
Porque voy en esta línea de desencanto. En Orcera, mi pueblo natal, en los últimos años han gobernado distintas opciones políticas. Quienes conoceis la realidad saben lo que está pasando, la situación es 'kafkiana', rocambolesca e histriónica.
Voy a Andújar, la ciudad que me acoge y donde desarrollo mi actividad laboral. Es una ciudad que se ha estancado en el terreno industrial en las últimas décadas. Pues bien hace cinco años prometieron la venida de empresas (Ros Casares) la creación de un macropolígono industrial y un mundo de riqueza. Hoy en día todos tendría que estar funcionando. ¿Cual es la realidad? No hay ni un metro de cuadrado de suelo industrial. Claro los dos partidos mayoritarios no quieren que el otro se 'cuelgue la medalla'. Eso es preocuparse por la ciudadaníam si señor. Y mientras en Andalucía seguimos con 'la sopa boba'.
Siempre me gusta insuflarle optimismo a todos los órdenes de la vida, pero para revertir esta situación hace falta honestidad, seriedad y responsabilidad, mirar con la luz larga y dejarse de estrategias. No me extraña que la gente se aleje de la política.

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