martes, 5 de abril de 2011

Semana Santa en Orcera

Hoy les escribo de un tema que a cualquier orcereño y orcereña se nos llena la boca de orgullo, y hasta el alma, de hablar de ello, la Semana Santa en Orcera. Es uno de los grandes emblemas del municipio serrano, porque una localidad que apenas rebasa los 2.000 habitantes (¡¡qué pena reseñar esto con el esplendor que antaño tuvo Orcera¡¡¡) tenga una Semana Santa tan grandiosa y que sea capaz de asistir al desfile procesional de 11 imágenes en la Semana de Pasión por las calles modernas y del casco antiguo. Devotos y laicos, niños, adultos, mujeres, mayores llevan en lo más profundo de sus tuétanos la Semana Santa, que también muestra su lado más solemne y religioso. Esto se traslada a los hijos e hijas de Orcera, que se han tenido que labrar un mejor porvenir en otras tierras. Está muy presente en las vidas y eso de nota cuando se acerca estos días, cuando se desempolvan las túnicas y los trajes de las distintas cofradías, las trompetas y cornetas ensayan con denuedo y Orcera ofrece sus parares serranos y sus calles ebrias de añoranza y solera, para revivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, de una forma solemne y austera.
Estampas inigualables nos ofrece el Vía-Crucis del Martes Santo por la noche por el entramado laberíntico del casco antiguo, festoneado por hogueras y que se pierden en las primeras estribaciones serranas, que abrigan el paso del Cristo de la Fraternidad.
Un ejemplo de tolerancia se revive cada año en la aurora del Viernes Santo (ver foto) con la procesión del Encuentro o del Cruce. Las lanzas pétreas de los soldados romanos tratan de impedir el Encuentro entre la Virgen de los Dolores y Jesús Nazareno, pero ceden pusilánimes antes las candorosas palabras de un niño vestido de Ángel al grito de: "Soldaditos míos, de vuestro permiso espero, si no dejáis pasar a esta Señora, romperé estas lanzas, aunque sean de acero". Jesús y María caminrán juntos en un momento doloroso, cuando el sol reverbera por los montes de Picorzo.  ¡¡¡Vaja ejemplo de permisividad ante tanto fanatismo y talibanismo¡¡. En la tarde del Viernes Santo, el firmamento serrano se rasga en dos con la Procesión General o del Santo Entierro, donde desfilan todas las cofradías. Cerca de 1.000 personas aparecen vestidas de penitentes, soldados romanos, camereras de la Virgen y Ángeles. Es uno de los eventos más significados de la comarca segureña. Muchos visitantes acuden estupefactos de lo que ven. Son peculiares en la Semana Santa su pregón, su procesión de La Borriquilla y el Rosario con la Virgen de la Esperanza y la singularidad que ofrece cada una de las 10 cofradías. La Semana Santa es un buen momento para unir a familiares y amigos que andan dispersos y entregarse a la gastronomía (borrachuelos, roscos fritos, paneciilos...) y Orcera ofrece su lado hospitalario y fervoroso. Puede ser pasión de orcereño, pero la Semana Santa de Orcera es magmánime, un ejemplo a seguir en otros órdenes de la vida. Vengan y compruébelo. Ya lo verán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario