miércoles, 24 de agosto de 2011

Pregón de las fiestas de la Asunción de Orcera 2011

Orcera, señorial y señera
Te yergues sobre una ladera,
Y buscas afanosamente la sierra frondosa y altanera,
Ay¡¡¡, como te me escondes zalamera,
Pero en mi corazón, nunca tendrás perdedera,
Tus enjalbegadas y encaladas calles,
Besan y acarician los pinos y riscos,
Que peinan y mecen los vientos fugaces de la bella y caprichosa naturaleza, bajo los efluvios divinos de unos parajes henchidos de frondosidad, paz y armonía   
Oye, mi Orcera querida y del alma,
¿No será cierto lo que dicen por las esquinas y que me han susurrado al oído?
¿Es verdad que andas contristada y apenada porque ves tus calles algo desangeladas y desérticas?
Es que dicen por ahí que andas afligida, por quienes en tus entrañas echaron sus raíces y no pudieron ramificar en árboles fértiles y productivos
Pero si esta mañana he visto las calles repletas de gente y llenas de algarabía, que preconizan días preñados de felicidad y bullicio.
Ahhh¡¡ Orcera, ya sé lo que te abate, y es que a todos esos hijos e hijas que ves plenos de alegría, te gustaría verlos juntos durante todo el año,
Arracimados y arracimadas bajo el calor de una lumbre,
Pero, mi querida Orcera, no, no  te me pongas pastrañera, tu también,
Porque tus descendientes alguna lágrima habrán derramado por tu ausencia, que no caerá en tierra yerma y estéril, porque esos llantos están embriagados de amor y añoranza y germinarán en un jardín de rosas que destilarán sus mejores fragancias, producto del amor que te profesan los orcereños y orcereñas que un desdichado día tuvieron que abandonarte sin más remedio.
No te preocupes, si desde hace un tiempo no ves a tu querido don Santiago pasear con júbilo con su gorra y su carpeta por tus calles pregonando tus encantos, es que ya se fue al lado de la Virgen de la Asunción, porque también tenía que enseñarle a jugar a los bolos serranos
No, Orcera, quiero verte con ese lado amable, jovial y jacarandoso que te define y que muestras al mundo entero,
Porque quiero que sepas que tienes unos vigías de lujo y encanto, como el Yelmo, Segura, Picorzo y Peñalta, que escrutan desde las alturas tus vivencias y aconteceres de una forma silente,  con el permiso esmerado de las torres de Santa Catalina
Y que cobijas la mansedumbre de sus ríos que riegan nuestras fértiles huertas doradas por el sol y  labradas por el sudor de tus vecinos y vecinas
Tú, te pones triste, que guardas historias de embrujo en los mismos senos del convento, y refrescas nuestras almas en la fuente de los caños
Orcera, quiero que cambies el tono ocre y gris de tu alma, porque nosotros nos vamos a encargar de que se torne en campos dorados de verdes espigas
Orcera, desempolva esos trajes galantes que tienes guardados en tu baúl y exhibe tu gracejo y donaire¡
Porque, tus queridos paisanos y paisanas vendrán por la Virgen de la Asunción,
Vestidos de sus mejores galas, ¡¡¡para  acompañarte, cortejarte, adorarte  exaltarte, y enamorarte  con pasión¡¡¡¡¡

Muy buenas noches:
Estimado alcalde de esta  noble villa serrana como es Orcera, Sergio, no se me olvidará ya nunca la tarde de un 13 de un miércoles 13 de julio, cuando  recibí tu venturosa llamada para encomendarme pregonar nuestras queridas y entrañables fiestas de la Asunción. He de confesar que se me hizo un nudo en la garganta y un cosquilleo se apoderó y me encogió todo el cuerpo. Que la Virgen te colme de bendiciones en todos los aspectos y te ilumine en tu camino diario. Gracias Pilar por esas palabras llenas de cariño y extiendo mi salutación a tus compañeros de Corporación.
También quisiera lanzar mis más  cordiales saludos, a familiares, amigos, compañeros, paisanos, paisanas, a los que desde los muros de este insigne pueblo luchan por un futuro prometedor, como los hijos e hijas que venís a vuestra cuna. Y por supuesto a mis queridos compañeros de Radio Sierra, por propagar lo que esta noche acontece y enhorabuena por el 25 aniversario. ¡¡¡y ahora a por los 50¡¡¡
 Para todos vosotros y vosotras va este pregón, que quiero sea un mensaje cargado de buenas nuevas. Mi sitio en este acto, siempre ha estado entre vosotros,  cuando ya desde pequeños acudía a las presentaciones que mi padre realizaba de los ilustres declamadores que han tenido estas fiestas. Después venía con mi grabadora a recoger lo aquí decían nuestros pregoneros y pregoneras para después propagarlo por las ondas de Radio Sierra, y también desempeñé el papel de mi querida amiga Pilar, esbozando la semblanza de nuestros voceros y voceras. No imaginé tan pronto que tuviera el honor y el privilegio de anunciar nuestras fiestas.
En la introducción he tratado de transmitir de la forma más humilde y con el corazón las sensaciones que nos embargan a las personas que hemos nacido en Orcera y por estos pagos serranos. Detrás de la belleza de sus calles y de sus parajes se esconde la dura realidad de la emigración. Pero desde la distancia y desde la añoranza, desde cualquier punto de España es cuando se le profesa ese amor sincero, profundo y sagrado. Y el ejemplo más palpable lo encontramos en las redes sociales. ¡¡¡Que anda que no nos gusta colgar las fotos de nuestro pueblo¡¡¡, para que sepa todo el mundo de los encantos que encierra.
Estas fiestas suponen  el reencuentro con los nuestros, familiares y amigos. Escanciamos añejas sensaciones, reavivamos los rescoldos de antiguas vivencias que las tratamos de hacer presentes, convirtiéndolas en una hoguera de emociones y en un crisol de fraternidad, pura y transparente, como el agua de nuestros arroyuelos.
Quisiera tener un recuerdo para nuestros antepasados, a aquellos que nos transmitieron el amor por nuestras fiestas y tradiciones y que nos han dejado el legado del que disfrutamos. Estoy convencido que ahora tenéis impreso en el corazón y grabado en la memoria con letras de oro, el recuerdo de mi padre, Don Santiago, que fue en vida un ejemplo de entrega desmedida y desinteresada  por su pueblo y sus tradiciones y rescatar deportes autóctonos como hizo en el año 1969 en nuestras fiestas con los bolos serranos. Hoy la llama se ha propagado por muchos enclaves de la provincia. Hoy está en un balcón privilegiado viendo este acto junto con la madre de nuestro alcalde. Seguro que ambos estarán satisfechos, como muchos de vuestros seres queridos que ya no están aquí y que en su día disfrutaron de las fiestas.  Y parafraseando a mi padre, don Santiago González Santoro, desde este marco incomparable y de la bendita tierra que nos vio nacer, os pido un ferviente aplauso y una sentida ovación para nuestros paisanos del cielo. ¡¡¡Va por ellos¡¡¡¡

Quisiera hacer un somero y ligero esbozo de nuestra rica historia antes de adentrarnos en nuestras queridas fiestas, para saber quienes somos, de donde procedemos porque un pueblo, si no conoce la historia, está condenado a morir y a repetir sus errores y a no saber apreciar sus encantos. Después trataré de explicarlo.
Orcera perteneció hasta el 25 de noviembre de 1285 a la jurisdicción de Alcaraz, pasando en esa fecha a pertenecer a la de Segura de la Sierra por un privilegio del rey Sancho IV, que se conserva en el Archivo Histórico Nacional, donándole a la Orden de Caballería de Santiago y a su maestre Don Pedro Núñez, siendo esta donación confirmada por Alfonso XI en Alcalá de Henares el día 8 de abril de 1329. En Orcera, en el paraje conocido como El Convento, existió el Monasterio Franciscano de Nuestra Señora de la Peña (por cierto sus muros conforman nuestra excelsa y iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción) en el que estuvieron enterrados la madre y los hermanos pequeños de Jorge Manrique, donde se veneraba la imagen que apareció en una cueva a espaldas del lavadero. En la sacristía de dicho monasterio se reunieron los procuradores de las villas del común, para elaborar entre el 27 y el 29 de julio de 1580 las Ordenanzas del Común de la villa de Segura y su tierra’, con el fin de guardar, conservar y administrar los montes de Segura. Estas ordenanzas fueron confirmadas el 5 de junio de 1581 por Felipe II, estando en vigor hasta 1748 en que se creó la Provincia Marítima de Segura de la Sierra, cuya sede y ministro residían en Orcera, en esa época arrabal de Segura de la Sierra. En 1836 es suprimida esa provincia marítima y al año siguiente, 1837, Orcera se independiza de Segura de la Sierra, pasando a ser villa independiente.
Pues bien, estos hechos atestiguan la importancia que ha tenido nuestro querido pueblo en el devenir de la comarca de la Sierra de Segura, debido en parte a incrustarse en el centro de la misma. Esto le ha permitido labrarse un prestigio y una solera, que aún mantiene, pero a cuentagotas. Orcera nunca debe perder ese estigma, ese prurito, que le ha distinguido, porque como sabréis fue cabeza judicial de partido, por ejemplo.
Estos datos corroboran la importancia que tuvo en la comarca la devoción a la Virgen de la Peña, que ejercía un patronazgo sobre las tierras de Segura. Y del arraigo del que estaba exornado el mundo de la madera en nuestra zona, y en la que Orcera fue el epicentro. Aquellas ordenanzas fueron vulneradas por una declaración arbitraria de Provincia Marítima, movida por intereses económicos, que supuso un trato colonialista atroz y feroz contra aquella gentes, que aceptaron pusilánimes (o sea que no plantaron cara) ante esa cruel situación. Orcera tuvo el ‘’privilegio’, entre comillas de ser sede ministerial.

Mirad, cuando veo ese monumento al Pinero que se levantó, con mucho acierto, me reafirmo una y otra vez cada vez que lo veo: “¡¡¡¡Ese, ese monumento, que bien nos define a los serranos de Segura¡¡¡”
El oficio de pinero, muy arraigado en la comarca y en la sierra s¡mboliza el trabajo abnegado de los serranos, que lo entregan todo, sin recibir a nada cambie, aunque luego de sus esfuerzo de beneficiaran otras zonas, como Sevilla, en donde se construyeron la Fábrica de Tabacos, o la Universidad, o se fabricaran barcos para la Armada Española. Sí, sí ejemplifica ese trato amistoso, que durante décadas nos han dispensado a los serranos, diciéndonos que buenos sois, que hospitalarios, pero que aquí os quedéis con el atraso, dirían en su fuero interno, porque esos encantos y esos elogios no se tradujeron en hechos. , aunque es cierto que en los últimos años se han experimentado avances, todavía se tiene que restañar esa deuda secular. Porque aquí se prometieron cosas y esta gente serrana, noble y sencilla, se lo merece todo.
Por eso os decía, que hay aprender de la historia, pasa saber lo que hicieron un día con los lugareños, que lo dieron todo sin recibir nada a cambio y que lapidó la posibilidad de aprovechar nuestro encantos (por ejemplo la madera).
Es cierto, que debemos mantener esa impronta de serviciales y hospitalarios, pero muchas veces tenemos que saber dar el puñetazo en la mesa, cuando haya que darlo, saber reivindicar lo nuestro, para que no nos vengan con milongas. Y aquí en Orcera, debemos de apelar a la unión y suma de esfuerzos, dejar los banderismos y etiquetas, ombligismos, personalismos y rencillas a un lado, aceptar la crítica y la discrepancia como algo normal y enriquecedor (pero sin llegar a los talibanismos, a la viscelaridad y a la cerrazón) y mirar con la luz larga. Es mucho, lo que nos une, nuestro pueblo, sus encantos, sus carencias, sus vecinos, sus inquietudes, sus ilusiones… Y en Orcera tenemos un ejemplo donde mirarnos para progresar en varias facetas, nuestra insigne Semana Santa. Como cada vecino y vecino aporta su grano de arena, fervor, tradición, esfuerzo y amor. La Semana Santa traza el camino a seguir y nuestro referente y emblema. Sigamos su ejemplo. Porque hay muchas bondades inexploradas. Debemos afrontar el futuro con ilusiones renovadas y un rayo de esperanza que pergueñe un mejor porvenir. Por eso, hay que mirar atrás, para ver lo bueno y la malo y saber como encarar el presente que se nos presente, para ver en que hemos errado. Ese es un propósito que nos tenemos que lanzar, ya mismo para invertir la tendencia derrotista.


Ayyyy… pineros de mi amor y de mi corazón,
Como supisteis mantener una tradición con mimo y tesón
Sustentad el gancho pinero con esmero y dedicación,
Pese a que de vuestro sudor se aprovechen sin compasión
Y fecunde y florezca vuestra trabajo en tierras lejanas sin remisión
Con que maestría Lisalde, se enfrenta a las aguas turbias y embravecidas y calma las maderas extraviadas y despistadas, con sus brazos fornidos que detienen los rigores del tiempo y las lluvias de noches de invierno que las despeja y las convierte en una miríada de estrellas,
Con que destreza conduce Cruz las traviesas por el Guadalimar,
Para que Francisco los disponga de la Estación de Linares-Baeza, hasta Sevillr y el frondoso, inagotable, e ilimitado mar,
Pero antes el hatero Domingo Alba les prepara las viandas ,para sigan sanos, fuertes e indemnes ante los avatares de su arriesgada profesión.
¡Ayyyy, Pineros de mi alma calmad las furiosas aguas de nuestros ríos, algunas veces silentes, y otras veces caprichosos y bravíos
¡¡¡Detened las inclemencias del tiempo¡¡
¡¡Y agarrad  con denuedo esa gancho pinero¡¡¡
¡¡¡¡Para que llevéis al pan a vuestras familias y tras meses de ausencia os vean sanos y enteros ¡¡¡¡¡¡
Me comentan viejos del lugar, que también existieron oficios tan arraigados como del espartero, que aún conserva leves vestigios Y si no que se lo digan a mi vecino Celedonio. También estaba muy extendido el oficio de ‘ajorraor’. Y si no que se lo digan al ‘tío Viloria’, allá donde esté. Cuantas veces se jugó el pellejo transportando la mercancía con sus mulos. Ellos conformaron nuestro modo de vida.

Por  cierto, en estos días de agosto, todo el mundo se puede empapar de toda esta historia en el Museo de la Provincia Marítima de la Sierra de Segura. Allí podéis mascullar todas las andanzas de los pineros y los entresijos que rodeaban a esta profesión ancestral y arraigada de nuestros antepasados. Además, Noemí madre y junior, te atenderán con amabilidad y encanto y podréis comprobar que son unas apasionadas de de nuestro arte popular. Os invito de verdad a que vayáis.

Y por fin han llegado nuestras queridas fiestas, esas que muchos y muchas de todos nosotros y nosotras estamos esperando. Es algo entrañable y querido  que se renueva cada año, que, aunque parezca igual, se transforma con el paso de los tiempos. Se trata de un cúmulo de sensaciones, que nos hace felices por unos días y despreocuparnos de nuestras rutinas y problemas de cada día.
¡¡Y si no, que se lo digan a nuestros mayores, que bailaban y bailaban en la antigua taberna de Juliete (donde hoy se encuentra el Día) o en el Paseo, o en la nave de Valero, enfrente del Casino. Ejemplificaba la estructura social de la época, pero eso ya se acabó¡¡ Que más da ricos y pobres si todos y todas somos iguales ante la Virgen, la Madre del Salvador, quien todo lo ve y valora la sencillez y humildad de las personas, independientemente  de su condición.
Vámonos todos a la plaza de la iglesia, que nos acoge con sus luces y banderolas en aquellas verbenas de tronío. Eso sí, si eras menor de edad, tenías que entrar acompañado de tus padres, quienes adquirían unos bonos para todas las noches. Sino, tenías que conformarte con ver aquellas vallas verdes tapadas con las celosías o las ramas de pino, aunque algunos osados se colaban por aquí, por la parte trasera. En el año 1995 las verbenas se trasladaron al escenario de las escuelas, que antes acogieron actuaciones y menudas actuaciones.
Ese trasiego que se originaba por la calle Wenceslao de la Cruz ha cedido el testigo al bullicio de las charangas y de las peñas y al paseo de Ramuña, donde en el año 1999, el Ayuntamiento decidió instalar el ferial.
Y hablando de peñas, estoy convencido de que ahora se os vendrá a la cabeza la peña El Perejil, la antesala de la gestación de la peña Santo Cristo en Simago, o sea en la cochera del recordado Pepe López, enfrente del Bar del ¡Memo¡.
Pero si alguien ha sido un referente en este movimiento ha sido la peña El Reguillo, de la que eran comentadas sus hazañas a lo largo de todo el año. Fue un espejo donde mirarnos, porque propició la creación de las peñas y a la proliferación de hoy en día en nuestras fiestas. Recuerdo que a mediados de la década de los 90, nuestro grupo de los rokis creamos una, al albur del ejemplo del Reguillo. Recuerdo que le pusimos un nombre un poco raro con el que ganamos un campeonato de baloncesto, que por entonces era la caña, por el nivel que existía y por el gran público que concentraba, como sucede hoy en día con el maratón de futbol sala. De verdad, que aquellos torneos de básket, han dejado imágenes y frases para la memoria colectiva.
Gracias Reguillo, como se nota que fuisteis en su día el alma de la fiestas, que como reza el dicho, ‘los viejos rokeros nunca mueren’ y a vosotros se  os debe hoy ese conglomerado de las peñas, integrada por esa gente joven, con ganas de disfrutar a raudales y que buscan esos amores furtivos de verano, o quien sabe, definitivos como antaño.
Pero si la historia de Orcera ha estado forjada de grandes hechos y fenómenos, atrás no se han quedado sus fiestas patronales de la Virgen de la Asunción. Decidme¡, quien de vosotros y vosotras no ha suspirado por la Alhambra, con ‘Los Puntos’, o ha buceado en las coplas Populares de ‘Jarcha’, se ha paseado por La Mezquita con Medina Azahara, o se ha maquillado con Mecano, o ha bailado con Los Chanclas y al ritmo de María Jesús y su Acordeón, o no ha disfrutado de las actuaciones de Video, Cadillac, Apache, Mocedades….etc, etc. Eran grupos y artistas de los más renombrado del panorama musical de por aquel entonces. Fijaron si esto sucediera hoy. Y además todos estos artistas, se quedaban prendados de la especial afabilidad de la que hacemos gala en Orcera.
Nuestra plaza de toros, cuando su ya 62 años de historia, ha visto el paseíllo de diestros tan afamados como Pepe Bienvenida, Gitanillo de Triana, José Fuentes, o Curro Díaz, entre otros.
Todos sabemos que esta puñetera crisis nos está golpeando y que tenemos que recortar en fastos (por ejemplo este año nos hemos quedado sin las luces de Santos), porque hay que acudir a otras necesidades más perentorias y acuciantes.
Pero bueno, llegará el día en el que cielo escampará y volverán a cantar los jilguerillos y ver nuestros campos en flor. Ahí tenemos la senda que nos ha marcado el Free-Style, gracias a una asociación de altos vuelos como Acopadis que trabaja con anchura de miras por los discapacitados de nuestra comarca:
“Ya veo reflejada en la cara del Yelmo, la alegría conforme me acerco a mi Orcera del alma, ataviada con traje de volantes que retan y flirtean con el irresistible viento, que nos va embriagando con el olor de los geranios de las macetas, que cuelgan en nuestras indelebles y encaladas calles, que rezuman historia y señorío, y que rozan las primeras estribaciones de nuestra amada sierra,
Ya por fin veo, a esa Orcera, bullangera, con zafiros de plata y pendientes de oro fino, que presencian el correteo de la chiquillería y de sus gentes  que salen a sus calles, priesas y azoradas en busca de amoríos que dejan huella con el paso del tiempo en una atmósfera de miel y seda,
Veo como a Orcera la sustentan querubines angelicales que le dotan de un aire celestial y de un breñal , abrigado por un remanso de paz, y que lanza murmullos que huelen a gloria e historia

Por fin llegan las fiestas de Orcera, y veré a mi Dolores, la Dolores de mis amores, bailer esas jotas serranas, con un salero y gracejo especial, 
Que consigue extasiar las aguas adustas y serenas de la fuente de la Plaza y consigue alterar a sus rosas y plantas perfumadas.
Ay, Manué, es que toavía no te has ‘enterao’
O es que tienes el seso escayolao,
Quieres beber en una fuente seca por culpa de un desamor.
Anda Dolores, mi perla soñada, tu sigue bailando y disfrutando, que yo mientras en sigilo quiero a la Virgen de la Asunción ver,
Y consigo que te cambie de parecer,
Porque, ayyyyyyy¡¡¡, mi alma,
Porque ando muriendo,
Ayyyy’’’ ando muriendooooo….¡¡¡¡ por culpita de un querer¡¡¡


Y estas fiestas también poseen su lado solemne y religioso. En estos días honramos a nuestra patrona, la Virgen de la Asunción. En muchos lugares de España se ha vivido como un día eminentemente mariano. La Asunción de María es el grito de Dios diciéndonos que cuerpo y alma, alma y cuerpo, son buenos. Cuando Dios se quiso encarnar, lo primero que hizo es entrar en el cuerpo de María. Y él mismo asumió un cuerpo como el nuestro. María no sólo lo prestó su sí a Dios, también le prestó su cuerpo. El ADN de Jesús es de María.
Según datos escritos, ya a finales del siglo XVI, se celebra a María en su Asunción como patrona de Orcera. El 5 de marzo de 1610 Roma concede un jubileo a favor de sus cofrades orcereños. Por aquel entonces, nuestro pueblo pertenecía a la Diócesis de Cartagena. En este jubileo se concedían gracias y perdones que decía lo siguiente: “Que nuestra señora de agosto fuera la obligación de la parroquia de este lugar”, a la que por cierto debe su nombre.
La actual imagen es una bonita talle de madera adquirida al finalizar la Guerra Civil por el devoto de la Virgen de la Asunción, Florentino Romero Álvarez. Este orcereño, se desplazó con la cabeza de la imagen anterior destruida en la guerra anteriormente citada, junto con el párroco de por aquel entonces, José Sola Llavero, a Barcelona, Zaragoza y Sevilla y en esta ciudad andaluza encuentran la talla de la imagen que buscaban. En ese mismo viaje adquieren una imagen del Cristo Resucitado.
Cuentan las crónicas que se ha perdido una costumbre de hace unos 50 años aproximadamente. Era la de repartir el día de la Virgen y antes de la Misa Mayor por el Cabildo de la Hermandad, la carne de las vacas que se habían sacrificado el día anterior, junto con el pan de las ofrendas de las personas devotas, que así agradecían los favores recibidos en sus peticiones a la Virgen de la Asunción.
Personalmente, me ha llamado poderosamente la atención en mis visitas a nuestra iglesia, como los emigrantes, los hijos e hijas de Orcera que están repartidos en diversos lares, la quieren, la veneran y están pendientes de manto y de las andas que va este año llevará la Virgen. En este caso, es el recuentro con la Madre Divina, la protectora, a la que le imploran con los labios y los ojos embargados por la emoción, por un nuevo reencuentro, por su pueblo, por la salud de sus familiares y ayyy¡¡¡ por encontrar un trabajo, que tal y como están las cosas hoy en día. Este reencuentro está preñado de un simbolismo especial, religioso y emotivo. Quien de algún emigrante no ha sacado la Virgen por las puertas del templo que llevan su nombre y después han emprendido el viaje de regreso a sus lugares de acogida, dejando atrás nuevos recuerdos y con el alma encogida y mustia de pena por la partida.

“Virgen de la Asunción,
Mi corazón atribulado y atormentado,
Ante tus plantas se ha varado,
Has colmado mi tempestad,
Con tu infinita bondad.

Virgen de la Asunción,
Rosa, temprana de la mañana,
Que perfumas con tus fragancias mi espíritu marchita,
Mi Virgen querida,
Si algún año no pudiera venir a verte,
Mis retinas tendrán grabadas en mi ausencia, el repique incesante y jadeante de las campanas de nuestra iglesia, cuando los anderos te sacan por las puertas de templo para encontrarte un año más con un pueblo que te venera y te reza,
Y mi alma te transportará por nuestro entramado laberíntico del casco antiguo, que sabe de pasiones y que en esa mañana resplandece como nunca y huele a geranio y tomillo
Un año más, Madre Mía han estado con nosotros,
No nos olvides jamás, no dejes de protegernos,
Pues con tu ayuda y amparo, de nuevo aquí nos veremos,
 Y con este plegaria que emana y sale del corazón, te pido que colmes a tu pueblo con tu¡¡¡ inagotable bendición¡¡¡
Y antes de terminar, porque sé que estais impacientes por ver y escuchar todo el arte que fluye por las venas del Remeneo, quisiera tener una especial dedicatoria por las personas que trabajan en estas fiestas, para que los demás disfrutemos de estos alegres días. Vaya mi homenaje por las personas que ponen estos bidones para las vacas, para quienes están detrás de una barra, para quien colocan los giraldillos, para quienes preparan los cultos, para quienes informan de todo lo que acontece y de nuestros feriantes. Vaya nuestro homenaje por su fidelidad mostrada a este pueblo y por todos los feriantes, que andan de sitio en sitio, para llevarle de comer a los suyos. Son gente humilde, sana, que en parte se hacen cómplices del lugar por donde van.
Para que todos estas personas tengan sus ganancias y nuestro pueblo sea un hervidero de alegría, confraternidad, algarabía, hay que venir a Orcera y a sus fiestas de la Asunción porque:
“La luna es más plateada y riela con más fulgor sobre el firmamento claro y sereno de la sierra que lo cobija,
Porque en Orcera, las estrellas refulgen con más esplendor por agosto,
Y las auroras describen sus mejores presagios y dan paso al rumor de la noche, ebria de mescolanza al abrigo del fresco y de las charlas interminables en nuestras calles tacituras y calladas,
Amurjo ofrece unas aguas más cristalinas, que invitan a un reconfortante baño y al posterior paseo por la madre naturaleza del entorno y sus senderos insondables, henchidos de secretos inconfesables
Por tanto:
¡Niñas y mayores de la asociación de coros y danzas del Remeneo, desplegad vuestro folclore y costumbrismo y decirle al mundo entero, que hacen las mujeres de Orcera, antes de ir a dormir, aquellas que iban a lavar sus ropas a Las Cobatillas, Amurjo y El Convento, para tener sus ropas limpias en noches de fiesta, ¡
¡¡¡¡Muchachos y muchachas, sortear con destreza y valentía a las vaquillas que corretean por las calles, ante el griterío general, ¡¡¡¡
¡¡¡Bailemos en las verbenas,sin desenfreno hasta los caprichosos rayos del alba¡¡¡
¡¡¡¡¡Anderos fervorosos, meced con mimo y pasión a nuestra patrona, para que las encaladas calles luzcan con más fiereza¡¡¡
Y gritad todos y todas conmigo a una voz, con vuestras gargantas atronadoras y vuestros espíritus apasionados


¡¡¡¡¡Viva Orcera¡¡¡¡¡
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Viva Orcera¡¡¡¡¡
¡¡¡¡¡¡Viva la Virgen de la Asunción¡¡¡¡¡¡
Y ¡¡¡¡Viva la la Sierra de Segura¡¡¡¡¡¡
Muchas gracias, he dicho.
Orcera, a 11 de Agosto de 2011


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