lunes, 12 de septiembre de 2011

La Feria de Andújar y el inicio del curso

El final de la Feria de Septiembre en Andújar marca el inicio del curso político en la ciudad. Las fiestas han encumbrado a Anducab como evento nacional del mundo del caballo y ha abierto un espacio a la reflexión, con la idea de dotarle de unificar criterios y dotar de contenido al ferial, debido a la escasa rentabilidad obtenida por los caseteros. La crisis lo inunda todo y la falta de poder adquisitivo de las familias ocasiona el descenso en los ventas. Pero Andújar y su Feria deben replantearse mucho de lo de su Feria, que ha perdido atractivo de cara a la gente de fuera y sus habitantes. Otros pueblos medianos organizan ferias más que aceptables que la de Andújar, con mejores carteles taurinos y más variedad y atracciones. El orgullo y el estima de una de las poblaciones más voluminosas de Jaén debe estar presente en el ánimo de la gente y de la organización, porque no debemos siempre estar instalado en la excusa y en la justificación. En tiempos difíciles es cuando se debe sacar arrojo, imaginación y determinación.
Pues de eso se adolece en la clase política de la ciudad, hablando ya de cuestiones del día a día. Dilapidó uy sepultó las grande expectativas que se cernían sobre la ciudad en el terreno socioeconómico, por falta de unión y de sentido de estado, en cuestiones transcendentales. Y ahora, en los momentos delicados sube de tono la crispación y se llega a la descalificación, cuando ahora más que nunca todos y todas deberían remar en la misma dirección. La polémica que se ha suscitado en la ciudad al inicio del curso político es una cortina de humo que se quiere poner para evadirse de los problemas reales. Hay que cambiar el 'chip' y adornarse con las vestimentas del amor a la ciudad que los vio nacer y dejar atrás los personalismos, banderismos políticos, personalismos.

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