Andújar capitalidad de las monterías y su situación actual

El número de monterías han descendido un 50% desde que se instalara la crisis económica. En la temporada que se va a iniciar oficialmente el próximo día 12 de octubre la caída será de un 20 a un 30% respecto al año anterior.

Estos datos negativos tienen una especial incidencia en la 'capital de la montería', la Sierra de Andújar. Este prestigio se lo ha cimentado con el paso de los años, porque el entorno empezó a albergar mediada la década de 1940 las monterías por invitación, que derivó posteriormente en la organización en sociedades que ya la diseñaron como negocio. Gente de la alta nobleza española que poseía fincas en la sierra inició esta actividad en Andújar a nivel nacional. Hoy en día sigue viniendo gente de prestigio a las monterías.

Luis Miguel Chamocho gestiona una de las organizaciones monteras de la ciudad y se integra en una de las sagas familiares que dieron esplendor a las monterías en el entorno y que da nombre a su organización. Señala al ser esta actividad de ocio, muchas personas se lo piensan a la hora de comprar las puestos por la pérdida de poder adquisitivo, «aunque muchos aficiomados están esperando al cambio político que se avecina para mover el capital», precisa. Chamocho señala que este año las piezas serán de una gran calidad.

Calidad

Milagros Del Moral, que dirige la organización Vicarcaza junto con su marido Santiago, apunta que en esta época tan dura sólo pueden pensar en sobrevivir y pensar en la comodidad de las personas que participan en sus monterías para que se vayan contentas. Constata Del Moral que las mejores fincas de Españas se hallan en Andújar, «por la calidad que ofrecemos». Añade que la crisis ha provocado que los pequeños y medianos empresarios no acudan y los demás monteros se distribuyan en varias organizaciones. Milagros ahonda en los puestos de trabajo que generan las monterías y sostiene que también incrementan las plazas hoteleras en la zona.

Antonio Gómez, integrante de otra saga de organizadores de monteros en la zona, los Cencerra, indica que su sala de despiece le está salvando, porque le sigue exportando la carne a Alemania, Dinamarca o Francia, «países que nos llevan mucha ventaja», asegura.