martes, 21 de septiembre de 2010

Adiós a un gran hombre

He decidido emprender un nuevo paso en este mundo tan estimulante de las red de redes y en el fondo a nivel personal y profesional. Quiero compartir con todos vosotr@s, mis inquietudes, pensamientos y reflexiones, de las que ya doy mis pinceladas en el facebook y en mi trayectoria periodística en IDEAL y en Andújar, de la que pienso hacer unos comentarios. Quien ya me conoce sabe de mi orgullo de mis orígenes serranosegureños (el nombre de ajorriero no es baladí porque entronca con una de las profesiones que estuvo muy arraigada en su día y que ha desaparecido) y del amor que le profeso a la profesión periodística, que en mi opinión está denostada por muchas razones que ya iré detallando.
Quisiera estrenar mi página homenajeando a un gran hombre que se nos acaba de ir, José Antonio Labordeta.
Siempre surge el tópico de que solemos alabar a la persona que nos dice adiós para siempre. Sí, es el caso de José Antonio Labordeta, pero ya en vida dejó su impronta y ya su legado y su espíritu. Mis palabras están impregnadas por la sinceridad y emotividad, porque en su ya legendario programa 'Un país en la Mochila' difundió a nivel nacional los encantos de la Sierra de Segura y se quedó embebido por el encanto de sus paisajes y la afabilidad de sus gentes. Fue uno de los programas que más se repitió. ¡¡¡Mil gracias!!!. Tuve referencias directas de Labordeta, porque a raíz de aquel programa entabló una profunda amistad con mi padre, Santiago González Santoro, quien amaba hasta lo más profundo de sus tuétanos a la Sierra de Segura, por la que tanto luchó.
Percibí de Labordeta que era un personaje distinto. Intelectual, versátil, cantautor, político, pero por encima de todo advertí que era un hombre que se preocupaba por las gentes y por los pueblos y por su tierra. Aparte de sus ideas (por cierto muy coherente en sus acciones), destilaba humanismo y eso se impregnaba en todos sus ámbitos de la vida. De estos tipos de gentes están necesitados una sociedad que tiende al individualismo, al estrés atroz y la competencia desleal (salvo honrosas excepciones). Quien siente el latido del pueblo y se preocupa de sus desvelos y encantos está llamado a ser un buen hombre y la sociedad nota este tipo de actitudes y por eso tanta gente le ha llorado. Te nos ha ido, Labordeta, pero ahora tu espíritu debe ser ejemplo y dejar una huella indeleble. Que así sea, buen hombre, allá donde estés.

2 comentarios:

  1. ánimo con en blog Jose Carlos. Me parece pero que muy bien.
    Estaremos pendientes.
    Labordeta parecía un buen tio. DEP

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  2. solo una cosa... que es ajorriero? yo siempre habia oido ajorraor como profesion y ajoarriero como comida pero ajorriero no lo conocía. Saludos pastrañeros

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