Hoy quiero comentaros una noticia que ha aparecido en IDEAL. No suelo hablar de mi trabajo,ni postularme por una parte. Pero quiero compartir un hecho que me ha resultado desgarrador.
José Zafra es un hombre de 77 años que desde los cinco sufre una parálisis. Siempre ha ido en muletas y desde hace 20 años conduce una silla de ruedas mecánica para minusválidos. Hace un año y medio que tuvo el infortunio o el descuido de atropellar con su vehículo a una mujer en un supermercado de Andújar. Esta mujer ya estaba delicada de salud.
Pues bien, José ha sido condenado a pagar una sanción o 'multa' de 8.500 euros. La mujer sufrió su calvario porque estuvo hospitalizada, debido a las secuelas, de las que afortunadamente se curó, aunque el golpe le hizo resentirse de sus molestias. Mientras José acepta con resignación y pena la sanción. Cobra una pensión de orfandad de 620 euros, que le impedirá afrontar el pago. Su testimonio es desgarrador. Vale, se ha aplicado la Ley.
Pero, ¿existe proporcionalidad a la hora de aplicar las sentencias? A personas con un gran poder adquisitivo en muchas ocasiones se les aplica sanciones, que son una minduncia, y hasta salen bien parados, se van de rositas y resurgen de las cenizas. No hablemos de los delitos de sangre, donde a buen seguro no son ecuánimes las condenas. Si no, que se lo digan a los familares afectados.
¡¡¡Qué fácil es cebarse con los débiles¡¡¡¡, La Justicia debería tomar nota.
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